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' - 75- ~ ~ ·¡ i! En 1476 moría S. lacobo de Marchia á la edad ¡· . de 8."> años: con otros H5 llegamos á los tiempos 1 • de Escoto ; ¿y cuál era la opinión de este Santo sobre el pa rticular? Yo, Señores, no os sabré deei 1·, sino qu e era entusiasta como el que más de la opinión piadosa; y que sus discípulos, según el testimonio ha llado recientemcute por el sabio franciscano P. Romar ic (1) habl a ban de la di spu- ta de París como de cosa ya sa bida . Por eso el mismo P . Bernardino de Hu stis nos autoriza á remontarnos m(ts y ll eg-a r ú los t iempos del Doetor Sutil ",'-;cwnt t 'l'.f.(O Ollllli'S, quod ea quae in hoc opere scripsi, rtJt! ips,· ex onginalibus extraxi, aut ob aliis audoribus sic allcgata ... - Hanc eamdcmo pinirmem lenct S. !Jernardinus Senensis in tradalu de Conceptione, qucm ego v idi senzs 1'1 uidetur esse sc1'iptus mawt pro– pria ipsi us Sancti nC!). \'S. Berna rclino ele Sena, ú quien 7'.!. aiios solamente sep:u·an del Doctor Sutil, hace la historia del suceso de París como de cosa cierta y a dmitida. Consúltese el monumento de antigüedades fra nciscanas pág _7 donde habla ex projesso ele la disputa de París. Y se atreve- r á el P. Rouard ú otro cualquiera á a firma r que S. Bernanlino de Sena, á quien no falta sino la ¡ antigiiedad para ser un santo padre, ha sido el inventor de esta mentí rosa y fal sa historia? ¡¡En :: buenas eircunstaneias se eneontraba el Santo \i ¡1 (1) P. Bonaventnre T. M. L'Eucharistie. cap. XXIX p. '162. (2) Mariale eximii viri Benardini de Bust1. p. 1." serm. IX. j! ;1 'J ==~ --- - --·----- =- ==~

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