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~- -63- verino, aparece en 1311 un altar et·igido para honrar la Conccpci<Jn sin mancha de María (1). Sabemos p<w el Cardenal Atu·eolo y el carme– lita Juan Hacón, testigos oculares del hecho, que la Universidad de Pai"Ís celebraba también antes de 1:Q2 la fiesta ele la Virgen concebida sin pe– cado original (:!). Corrían aqu ellos tiempos en que la Orden T'ranciscana tuvo que apurar el c1íliz de las amargura~; propinado por muchos de sus hijos, que no contentos con herit· el cornzón ele su Madre, traían apesadumbrado y triste al Príncipe de la Iglesia el Pontífice de Roma, y esta ocasi<Ín dice, Mgr :Vlalou, (:1) pareció á los enemigos de la opini6n piadosa la más propicia y oportuna para humillar ú los Franciscanos, que eran ·en aquel tiempo el mús aguerrido ba– luarte de los clcJensores de l\1aría. Con este f1n elevaron la acusacirín al Tribunal de Juan XXII residente en Aviñón. Creían ellos que las clivi– sion<:s de los Franciscanos indispondrían al Ro– mano Pontífil'e, y fácilmente despreciaría la opi– nión de éstos, dando preferencia á la contraria. (1) Dubousc de Pesquidoux. Vlumaculée Conception tom. I p. i3BO. 12) Tractatus rle Concept.ione B. Mariro VirginiP. «'led clarum est quocl Dominus Papa, Cardinales et Romana Eccle. sia sciverunt di u et notorio cognoverunt quod Ecclesin. An– glicana et Universitaa studii Parisionsis celebrant festum Conceptionis.• Card. Aureolas. Confer etiam Bacon in IV, dist. 2, c¡uree. 4. art. 3. (B¡ L'lnmaculée ConcepLion considerée comme dogme de foi. vol. l. p. ií5.

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