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-110- 'j-'~cc.c· ·---,-_,e··· · - ---- -·- -- -· - - ce · =c·-- -~=~-C=--==¡f :1 !1 1 ¡ publicados en Francia dan muy bien á entender i lo que ha ría en las demás naciones. A su paso 1'1 desapar ecían las Ordenes religiosas, eran usur– ! pados los bienes el e los eclesiásti cos y se abolían ,, s us inmunidades. Ei Vicario de J es ucri sto sufrió graves injurias de este victorioso déspota que despojó alevosamente á la Santa Iglesia ele sus Estados y trató aPio VII como al último de Jos hombres. Así, lejos de atajar Jos pasos al Racio– nalismo , no hizo sino aumentar su fuerza y vigor preparándol e el campo para obtener una com– pleta y gloriosa victoria . La hidra racionalista emprend e, pues , un últi– mo r epaso por las naciones, y después de dego– llar aquí á los relig iosos, de expulsar allí ú los Jesuitas y de ejercer lamentabl es violcneias con– tra el Clero; y después de poner en todas partes la ensel1anza pública en manos de sus adeptos y de dar innumerables leyes contnt la libertad de la Iglesia, dirígese con pavoroso estruendo con– tra la ciudad del Pontificado , baluarte del cris– tianismo, y parodia ndo la tremenda batalla que dió en el p1·in cipio del tiempo cuando escal ó las murallas de la Ciudad Santa, lanza el espanto– so g rito de "unn ser·vimn , y ataca violentamen– te la piedra inconmov ible ele la Iglesia, y ¿cuál sed el resultado de esta lucha?..... ¡Cielos, es– pantaos sobre este ca so y caigan vuestras puer– tas de estremecimiento! ¡El Papa huye de Roma! Pio JX se refugia en Gaeta! .... . El Racionali::;mo ha triun[ado! Después de apoderarse de t odo::; ¡¡ ---- - =...,--. ~~--~,