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-135- \\...,==--~=:.=·==-=-==--. -~:=.=:..:..::..:.__-:::==---:..:-=::-..:..:.:.~. ·-=-rf' ![ cipios. E llos ta rda rán en desenvolver completa- JI ¡, mente su si stem :~ , no pl antearán, s i se qui ere , !! lJ desde luego toda s las conclusiones ho1-ribles de j! i·¡ s us doctrina s, per o descenderá n con el tiempo 1 ha sta un abismo sin fondo de errores que causa- l! n ín la desuicha de las naciones, y pondrún en conllicto á las soc iedades cristianas . 1 1 ¡i !1 Los que en el sig lo XVI se nta ron el principiO 1: dellib1·e examen, pla ntearon el prin cipio del R a- 'i cionalismo. S i se ni ega un mag isteri o público y 1: soc.ial con de1·echo para imponer á los hombres rl ii la inte rpretac ión que debe darse á la doctrina ¡' ~ 1 r evelada, queda sola la raz6n individual con ij f ple 1 na fl~c u~t-ad 1 pa ra 1 distin_gui r lo venlta der o deflo J, a so, sig-ui ent ose t e a qm una espan osa con u- " sión de todo punto inevitabl e; pues rechazada la ii a utorida d de la fg lesia, todos los dogmas llegan 11' á ponerse en tela de juicio a dmitiéndose hoy unos pa ra rechaza rlos ma ña na y a cabándose po1· ne- 1 , ga1· totlo el conjunto de vct·dad es r eveladas . Así, 1 ¡1 de a quel monstruo infern al de la Reforma nació esta horrible hidra de ta ntas cabezas como erro- 11 res cont iene el R acionalismo, qu e ha puesto en ¡! conmoción toda la E uropa a rrastrando con su 'i cola la mayo r pa rte de las na ciones católicas . ll 1 ¡ En el siglo XV fi contaba ya muchos adeptos , que seguía n su mov imiento devastador. Des- ¡· cat·tes ( t) sepa rando la fil osofía de la teología y 1 1 ! (1) «!Suponemos fácilmente, dice este filósofo, que no hay !J 7'- _¡··~-=-==--~~~~~=~=·'·- ··<;:,

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