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··~ - 130- "1, =c~-=-=c~=c-c-===¡f I JI ha n contr ibuído gr andemente á los triunfos que 1 1 ¡ 1 la Iglesia ha obteniuo en todos tiempos contm ~. lí sus enemigos. Acl ama ndo á Ma ría Inmaculada, '1 li un H ijo ue Sa n Fmncisco ha sostenido el edificio ~~ 1! de la Iglesia , da nd o a sí perfecto cumplimi ento Íl la profecía de Inoce ncio liT . E ste es el hecho. Pio IX, terciari o fr ancisca no, triunfó uc la here– jía del sig lo XTX dcliniendo dogma de fe la In- ¡· 1 . maculad a Concepeión de María, precisamente cua ndo a quella temible herejía había pw:sto á la ¡l. Iglesia en el último trance, cua ndo pm-ecía im– posible la victoria . Sí ; por María ha triunfa do 1 la Ig lesia; á Ma ría Inmacul a da pertenece una vez más la g lori a de habet- holl a do con su planta la cabeza de la serpiente infem a l. L a g r andeza de este triunfo , alcanzado por medio de la definición dog mática de la Inmacula– da Concepción, es Jo que pretendo haceros ver en este di sc urso. Pa r a esto es preciso que sepa– mos primero en qué consiste a qu ell a her ejía, ó sea, cuál es su car ácter y cuál su OJ-igcn. Luego seguiremos, a un que á pasos acelera dos, su des– arrollo hasta el Pontifica do de Pio l X á fin de comprend er cuánta g loria cabe á María en este triunfo, que consiste no sólo en haber salido la Ig lesia sin lesión de la situación extrema en que la puso ta n temible herejía, sino en haber queda– do victori osamente r efuta das las doctrinas ele ésta por medio de la defini ción dogmática de la Inmacula da .