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l '· KIC ~ATI~ ... A('I~ UNA CURIOSIDAD 83 luwu· inHuHt.it.ulblo on la Beneficencia Pública '1"" Hinmprn fuoí inspirada por la Iglesia, y no le fu t. diHpUI.IttliL por las sectas hasta nuestros tiem– l'""· '1"" prnl;nnuon arrebatarle esa flor de su inmltr<'.IIHihl<• corona. Los impíos del siglo pasado tnimhnn 1:omo los del nuestro con pref&ncia. a la. l'mtc¡uista. de los niños, para. asegurar los pro– grnsos uel error y de la herejía.. Hó aquí por qué, a. despecho del odio al hábi– to mligioso que estuvo de moda. en España des– puós uo las Constituyentes de Cádiz hasta que lo dustorraron uol suolo patrio, las M. M. Oar– mnlit;~tH puclioron nrrnigur, y crocnr, y prodigar inmmtHoH '"''"'li1:ÍnH 11 lns alnlllll, salinndo al paso, 1'011 ina¡:nto ~tl.ln l'ltridnd, u IItH pl11gaH privadas y ¡u'tlolio·llH dn HU t.inmpn. AHI las sacó Dios a flote, ,V pllHitd>L l11 ola mvoltwionaria, pudieron dedicar– WII dnl '·""" a la onsoñanza y conservar como un timbro do gloria de familia los sacrificios heroi– eoll do sus primores tiempos por tantos enfermos y desgraciados.