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38 lllf, PAORiil ESTiilBAN DE OL01' sordam nto en lo. Madre Patria, arruinando la base d lord n cristiano y poniendo a los 'mejo– res en tranco. dillci les para defender la religión y el honor d su conciencia. Habla nacido ol P. Esteban en la preciosa vi- lla de Olot, provincia de Gerona el año 1774 y habla entrado a 1 s quince años en el Convento - noviciado do Capuch in os de Sta. Eulalia en Sarriá, soledad amable, impregnada de santos recuerdos y perfumada aún del más acendrado ambiente seráfico, cuando, el que esto escribe, la visitó' en 1890; después de casi un siglo de pro- nafaciones . salvajes, todavía cada rincón · del claustro y calla gruta del _huerto evocaba el aliento de los santos hermanos que allí viv:ieron. Uno de ellos era el P. ,·Esteban, hombre de Dios, muy versado en las sagradas ·letras y en las ciencias eclesiásticas, de lás que fué 'lector y maestro hasta el año 1805.Pidió entonces y obtu– vo de sus Superiores dedicarse al Apostolado de la palabra ardiendo en celo por la gloria de Dios en cuanto sintió el primer vaho revoluciop.ario • que trasmontaba:el Ámpurdán. De esa frontera catalana le vino el nombre de gloria que se con- quistó: fué el Ápostol del Ámpur.dán. El P. Es-. 1 tebanquiso montar la guardia en los Pi-I:ineos a . su Dios y a su patria y supo sacrificarse heroica- mente por tan altos ideales. El huía del aura r. popular; )lacíase)l necio d13lante de los hombres para que le despreciaran, pero el Señor se com-