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UOilONA 1111 J,A liiADRm SAN'rA 35 ------- ... ...•.. ·-··--·- ------- ulli mur·íc'> "" olor do santidad a los setenta y do~ ní\nH. Dor-ul Torosa, que vistió el hábito se– rrUi<·o 1111 nl mismo Monastono que su hermaná 11111)'"1'; ••r·a tan buena y tan empeñosa en imitar n la Hnulul Avilesa que hizo de esto una sublime rnunia y lo consiguió: murió a los setenta y tres años, dejando perfumado el ambiente con sus angelicales costumbres y pura alegría. DoñaTea– dora, precoz despreciadora de·un mundo que la halagaba por su hermosura y nobleza, voló al claustro en el Real Monasterio de Vallbona, no sin sufrir en su amada soledad terribles vejáme– nes de propios y extraños movidos por el des– pechado·prettmdiente, que no reparó en :riingu~ na infamia para hacor fracasar aquella vocación tan firmo. ~~n Hila mnri6 santa y mártir de Je– HIÍs, a los Hntonta y cuatro años. En el mismo R""l Monasterio tmtró y profesó la menor de las niñas de Mas y de Vedruna, llamada Carmen, nacida en 1815, un año antes de la muerte de su padre; fué hechura y reproducción de su údo– rada madre, prudente, laborioea y sacrificada: tuvo el cargo de Maestra de Novicias durante veintitres años, y doce años el de Priora y Pre– sidenta de aquella venern.ble Comunidad, falle– ciendo a los sesenta y ocho. El varón sobrovivionto do aqnol hogar cristia– no, heredero del apellido paterno fué D. José Joaquín de Mas y do Vedruna. Por uno de esos impulsos que el mundo achaca a prevencione_s