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22 UN NUEVO HOGAR Puesta confiadamente en manos de Dios dejó a su providencia lo futuro, y quiso complaeer a su padre. Pero ~,quién era el joven que había puesto los ojos en aquella flor de pureza tan bien guardada1... Era el heredero de un mayorazgo nobillsimo, situado en las proximidades de la ciudad de Vich, en la provincia de Barcelona. _Llamábase D. Teodoro de Mas, piadoso, pro· fundamente cristiano y que había pensado en su mocedad hacerse religioso franciscano, de lo que hubo de desistir por indicación de sus pa· dres que veían ligado a su persona el patrimonio P.t,terno y el apellido de su linaje, según las le– y~'s de herencia del derecho ~talán. Trasladóse después a Barcelona dedicándose a la abogacía. Fué Procurador de número con D. Lorenzo en la Audiencia de la ciudad Condal, y de esa relación de oficio vino la amistad con la familia de Vedruna. * * * Almendras en dulce.-Viéndose pues D. Teodoro por su edad y por su independencia económica en situación de fundar su propio ho– gar, pidió a Dios que le deparase la mujer com– pañera de su vida. Visitaba la casa de D. Lorenzo, trataba 4tdis. tintamente con sus tres hijas mayores y pensó elegir una de ellas: con este intentó presentóse una tarde de visita llevando un cucurucho de '· .,