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23B FL0Rl1CIIIIIENTO DEL INSTITU'EO en su primera comunión la ni:íj.a M.• R9sa Boixeda Pa~és, alumna de nuestro Colegio de San Rafael de Barcelona, que tiene esta inscrip· ción: <iJesú··, te pido pm·dón y amor•. :El Pápa la leyó 'y se conmovió profundamente. La Rma. Madre que caminaba respetuosil· mente a su l11do, le explicó que toda8 las Co– munidades habían contribuido a esta ofren– da; que todas las alumnas, aun las pequeñitas, cooperaron en la confección de 1as prendas; y el Padre Santo, con cariño inexplicabl~ repetía: · cMillares de manos angel\cales trabajando para las Misiones! qué caridad!» · • No es·posible describir ni casi imaginarse la ternura, la intimidad de tal espectáculo. El Vi– cario de Cristo, Jefe a:ugusto dela S<tnta Igl~sia, .• entretenido bl"bigna y tiern11mente en contem– plar y agrádecer en nombre de las Misiones, los sencillísimos trabajos del Instituto! Finalmente, sé coronó la visita con otra mues– tra de especialíRima bondad. En el momellto en que, arrodillados los presentes, y dada solemne Bendición iba a salir el Sumo Pontífice, detúvo– se junto a la puerta y volviendo a mnternplar con inmenso gozo el hermoso espectáculo, ex– clamó con férvido acento (en .- francés).-:-«El Instituto de Carmelitas de la Caridad! ciento cincuenta y siete Casas, ciento cihcuentay siete bendiciones! dos mil doscientas religiosas, dos mil doscientas bendiciones! cuare~ta· y cinco