BCCCAP00000000000000000000242

~12 LO SOBBI!INATURAL examinada con todo detenimiento la herida del ojo enfermo pronosticó que desgraciadamente la enferma necesitaría como único retJurso un ojo de cristal que él pondría una vez que se hu– bieran atrofiado las membranas que le quedaban, y propuso como paliativo la instahicit>n de una disolución de atrofina. En esta situación pasa– mos la noche del catorce y todo el quince sin que la enferma recobrara su vista ni el ojo su tensión. · El día diez y seis en la mañana en nueva vi– sita que hicimos a la enferma, nos dijo que si · habría algún inconveniente_que pusiera sobre la cortina que tapaba el ojo nna pequeña reli– quia de la Madre J oaquina de Vedruna de Mas que le habían mandado con toda fe las Religio– sas Carmelitas de la Caridad que se habían en– terado de esta desgracia, contest&ndo nosotros que no sólo no había inconveniente en ello sino que, habiéndose defraudado nuestras esperanzas en vista de las horas transcurridas sin solucio– nar asunto tan interesante, no nos,quedaba otro recurso que los auxilios del cielo. La enferma se puso la reliquia y nuestra sorpresa no tuvo límites al encontrarla en nueva visita hecha el mismo día por la tarde con que .el ojo ganaba en tensión; este fenómeno se acentuó en días sucesivos y el17 y el lBempezó la enferma a distinguir, además de la claridad, el bulto de los objetos que se le ponían delante y sucesivamen-

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz