BCCCAP00000000000000000000242

I!N I'OQIJI'l'O DEJ }'ILOSOFIA 17 * * * l ln ¡1nt¡nltu de ftlosofía.-Contemplaba una Vt•z n In ni1in un sacerdote amigo de sus padres y dn viHit;a on la casa, sentadita en la sala e in– t.Hnsmnoute ocupada en su labor; hacia calceta, y on ella estaba totalmente abstralda. Y como ol sacerdote lo notara con palabras de elogio para su laboriosidad, Joaquinita hizo dentro de sí esta reflexión, que después confió a su ma– dre: ces preciso que me aplique a trabajar mu– cho; si no seria mentira lo que ese señor dice de mí y yo seria responsable de ella• ... ¡,que es mueha dosis dn lilosofía para una niña de siete ni111H'{.. Hin dutltt; poro nll vi,.rtn el lector que lllloHf,¡•a p~>qtu•ftiL pnnHnclorn vivía muy cerca de 1 linH, y ,.,,,.¡¡,¡¡¡ tln ll<'no la lu:r. do arriba, y sabía dn lnH •·nHnM .¡,.¡ nlnm a los siete años infinita– "'"ut.n ruá" •¡tw las almas vulgares a los treinta. Hu pmpia madre, profundamente cristiana y •¡tu• ubsorvaba complacida la prodigiosa flora– •·i.'lll mo•·al y ospiritual de su pequeña regalona, no ¡nulo monos do admirarse y le preguntó un dín ¡•.(uno II!Lnf•t )1111'1\ nstnr Hinmpre tan dispuesta t pnrn la nnH·i.'ur rn•·.ugitln y rorvoroHa. Y cuál no owdu •u ""''JII'IIHil l'UIIIldn oy.'otln ncpwllos labios dn l'lll'lnfu PHI.nH pnlnl11'liH clii'.IIILH c:un ::ulmirable Ht•JII'illnz .Y l'llnclo,·: •lllltllll't, lu qt~< J yo hago creo quo ¡nrndo luu:.•r·lo <:111dq11inra. Uuando en el jnrcHu lll'l'nneo a mi JlllHo una mala hierba, pido a Dios c¡uo arranc¡un 1lo mi cora:r.!Ín todo afecto ·

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz