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lllLAGROli SOUHJili:IIJ 1'Ua1HA 205 vista de la persistencia de los dolores y. del mal aspecto que tornaba la rodilla, vióla un hombre entendido del pueblo, el cual dijo que tenia la rótula partida en cuatro partes. Ante este diag· nóstico alannáronse las Religiosas, llevaron la enft>rrna a un Doctor especialista y fué del mis• mo parecer y se pensó en operarla inmediata· meute. Era ésto el día 14 do Agosto del siguien· te año: habían pasado siete meses y la .operación presentaba muy mal pronóstico. Pero la enfer– ma en su afiicción pidi<\ que no la operasen y se encomendó fervorosamente a la M. Joaquina comenzando una novena a la Santísima 'l'l'ini– dad. Al quinto día de su devoción, un tanto aliviada dE.> su mal fué a dar un paso larg<>, cayó y se rompió la otra pierna. Ella no obstante si– guió su novena; miE.>ntras se llan1ó al Doctor para el segundo accidente, aplicóse constante– mente un pañito usado por la Vblo; Fundadora y los Superiores la llevaron a Barcelona para más seguridad. Al salir da Vich, la dijo el mé– dico: lleva Ud. la rodilla izquierda partida por medio y la derecha en cuatro pa1·tes: acuérdese. Era el 2 de Septiembre y cuando en Barcelona lle preparaban para las operacionP.s, sucedi<i que el Doctor, lanceta en mano, vió que no tenia na– da y le dijo en catalán: «Ud. se cura sin tnOtli– cinas: yo no pue.lo intervenir: está Ud .huo– na». Igual gracia testifica haber recibido pnr intllr·
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