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200 LO SOBRENATURAL * *"' Traslación o identificación do sus restos.– Como una comprobación más de la fama de santidad adq•lirida por la M. Joaquina debemos mencionar las exquisitas precauciones tomadas p!)r la M. Veneranda sobre el cadáver aún ca– liento para. qn e no quedara COJlfundido f'ntre los centenares de coléricos que en aquella in– fausta fecha se enterraban en los cementerios barceloneses: el contagio era espantoso: antes de las veinticuatro horas del fallecimiento de la Madre había sucumbido el Capellán que la asis– t.ió en sus últimos momentos, y una de las Her– manas de aquella misma casa, y ' otras siete más pagaron tributo al contagio, héroes de la cari" dad. Y lo que la M. Veneranda inició para librar, de la confusión los amados res~os, lo completó poste:.ionnente la Mad ra Pa,¡J a :L.elpuig. No po– día ésta resignarse a morir sin rendir el home– naje que su conciencia le exigía a la santa me– moria de su Madre y Maestra. Acometió pues la empresa de exhumar sus restos y trasladar– los a Vich. Con todas las precauciones del caso y levantando acta de fe pública de cüanto se hizo, buscó el féretro de madera forrado en plomó en el nicho señalado donde fué puesto en 185 1; hizo fabricar nna caja tallada .V her– mcsa donde los encerró de nuevo y el año 1881