BCCCAP00000000000000000000242

UNA I'REOUNTA Y DOS RESPUESTAS 167 lo demuestt·an las atinadas reflc·xiones qus so– bre ellas hacia muy piadosamente. * * * Una pre¡runta y dos rcspuestns.-Pero, ¡,por qué, dirá 1•l lect,iJr, se procedió así en vida dt'l la sierva de Dios'? .. . Qtrert.'mos dar aquí, antes de pasar adolar,te, satisfacción a esta razonable pre– gunta, apuntando d<-s contestaciones especial– mente convincentes para todo espíritu·cristiano: una de sabiduría humana, y la otra de arcana sabiduría de Dios. La sabiduda humana dictaba al criterio del ntmo. Sr. Palau y de su delog•tdo el P. B<Jrnar– do Sala quo, pnm "ncuarlrar perfectamonto al Ju~ti t.u Lo, eou t.an Lo t.JH< m formado por la 1I. ,lnar¡uina, <'ll .,¡ d11n•c:ho Canónico y civil, mien-· t.mH ~" tramitaban las formalidades del caso, ant.t~ la l:\;mta Sedo y el Gobierno de España, era preciso definir bien su personalidad jurídica, su objeto principal, y la forma de su gobierno. Cierto es que todo esto parecía claro y que na– die habría confundido a las M. M. Carmelitas en 1854 con ninguna otra congregación similar: tenía su jerarquía propia, y había actuado vein– tiocho años en la v!da púlJlica respondiendo a finalidades muy conof\idas. l!:n aquel mismo año el Prelado Metropolitano do Tarragona. nego– ciaba por su parte ante Isabel U el reconocimien– to civil del Instituto esparcido en muchas Dió·

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz