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l,nll 111, ru.turl 1·'11f,OORES lt\1 \ de la postulanttl. l'nru, ni Jl""o tiempo quedó -ésta paralítica de un hrn:w cln t.nl manera que, aunque se llamaron módico" y not.nhilidades, y se le aplicaron remedios trnH rnmculioM In novi– ·Cia quedaba con su brazo munrl.o. Mud1o les costó convencerse de lo incurable du uquol mal; por fin, determinaron enviar la novicia a su -casa, como se hizo. Y ¡cosa admirable! en cuan– to pasó los umbrales de ella, sanó perfectamen– ta do sn mal, sin que nadie pensara aplicarle ,remedio alguno. Fué una buena lección para las hijaij un l1\ M..Jnnr¡uina, quionos creyóndola inconsciente, no vi11ron ')1111 nHI.11hn nlumhrncl" .del cielo con una )u., e¡ un clnhín•1 """"'' binn no– nocida. La última temporada qun paHc'• "" Vide, nu,H– tra heroína, no vivfa en la CnHa Mutri" por ln8 razones que luego se dirán, sino un '¡a CaHa do Caridad, cuya Superiora era la M. Paula Dol– puig. Llamóla pues un dia la enferma a su cel– da, y cuando estuvo con ella, mirándola inten– samente le dijo: cyo me voy a Barcelona: tú te quedarás y cuidarás de todo y ... del No~'Íciado•. Pensando la M. Panla quo Jo haría O!cl.o orwnrgo .sin tornar hinn ni poMo cln SIIH pnlnlii'IIH, In oloj ..tó .que oso ijuria <'IIHÍ irnpoHihJ.,, JIIICIH la ntNwibn cln la Casa do Cariclud, ¡,, nhHorhln por eomplnto. .Mas la V. Madr.,, eon crru1 nntoruu:ibn firmo y severa, le dijo: churús )e, rpw tn hn dicho•. Y " 't.la Madre Clarot, muo hará1 proguntóle ella:

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