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150 HACIA EL OCASO Rdo. P. Esteban Sala, primer Director General del Instituto, aminoró mucho, por. el momento, el efecto de aquel cambio, dejando en completa libertad de acción a la V. Fundadora. Dos veces únicamente aparece firmando un documento con la Madre, y una sola vez giró la Visita Canónica a las ReligioHas, llenando después esta formali– dad con algunas Cartas Circulares. Inmediata y lógica con~ecuencia del cambio fué la renuncia que presentó el benemérito P . Bach, oratoriano, de su cargo de Director es– piritual de la Casa Matriz, para el cual fué nom– brado enseguida el mismo P . Esteban Sala, y con él se confesaba la sierva de Dios con toda llaneza y confianza.siempre que residía en Vich: lo cual, en verdad, no deja de probar más y más la cordialidad sobrenatural y un procedi– miento de consumada prudencia para anular casi por completo el inevitable dualismo de dos jurisdicciones iguales en el fuero externo. Así se vió lá uniformidad más grande en o! Institu– to salvado de los escollos: la Madre escribe car– tas, acepta fundaciones, traslada hermanas y admite novicias y da facultad para profesar a otras, sin que para nada suene el nombre del Director General. Y como no podemos suponer que la M. Joaquina se desentendiera por propio impulso de ·su Superior jerárquico, hemos de aceptar que éste la dejó en completa libertad, sabedor como nadie de sus virtudes religiosas ¡