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RI!IAPl!IRTURA DI!IL NOVICIADO 127 c:Mira ese carbón: enciéndelo en mi amor si quieres darz:ne gloria: esa niña te la "'ncomiendo para mi gloria». «Nos decía también: «No per– mitáis que ninguna niña salga del colegio enfa– dada, sino que si hubiese habido motivo de dis– gusto, antes de la salida la habeis de tranquilizar y convencer de la que estimáis mucho: regaladle alguna cosita, para que la niña vuelva contenta al colegio. Con las que son muy tercas y de mal gobernar, no os irritéis demasiado, pues lo echa– ríais todo a perder, antes portaos con dulzura para ganarles el corazón, y, a veces haced como que no las véis; si lográis así ganarles el corazón les haréis mucho bien. Pero todo esto, no por complaceros a vosotras mismas, sino por el bren de las niñas y por dar gloria al buen JesÚs•. ¡¡Ojalá pudiéramos continuar entresacando do las notas de la Novicia, cuanto la sierva de Dios hacía para la formación de sus hijas y para pre– pararlas a la vida de acción que las esperaba a la salida del noviciado. Por lo poco que. hemos apuntado podrá ellectur darse cuenta de la ad– mimlolo pl'l!doncia de la M. Joaquina como edu– e~udom, .Y d" l:l procisión y objetividad de los pr'"'"JII.m• " inHI.nwc:ionos que daba a las otras, n.t ..tunlolnoloH" ••n llliÍH dn eincuenta años a los l',.,.,.,.pl.ouo el .. In moolo•rna l''' t!ugogia, tan bien 11plu•1&doH "11 lo11 t·ul"¡:ioH o¡ no mnntionHn sus buo– IIIIH hijuH.