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RI!!API!IRTURA DlliL NOVIOIADO 121 postor que se quedó con ellos tuvo oon'l.o un re~ mordimiento de poseer cosa sagrada y propuso devolver todo al nieto de la Fundadora nQué consuelo para el corazón de esta santa mujer palpar el ambiente de cariño, de respeto y de veneración que sus buenas hijas se habían . conquistado en su ausencia!! Pues lo que sucin– tamente hemos podido comprobar de las de Barcelona y Vich se repitió respecto de las de Cardona y Solsona, que se mantuvieron en sus puestos de honor sirviendo ;;. Jos heridos y en– fermos y defendiendo la propia vocación en trances apurados que, a veces, les obligaban a esconderse durante varios días en la montaña. * * * Reapertura del Noviciado.-Así se compren– do bien el gran número de jóvenes piadosas que pretendían tomar el santo habito del Instituto, como lo notificaba la M. Veneranda a la Funda– dora: y la cuidadosa selección que pudo hacerse· admitiendo las mejores, en cuanto se reabrió el noviciado en la Casa Matriz de Vich. Esto es lo primero que preocupó a la sierva de Dios. 'fraía consigo del destierro a una do sus primeras dis– cípulas, la M. María Sabatés, en quien podría descansar la carga de Maostra do novicias, como lo hizo, y tuvo la suerte de encontrar en ella una dignfsima continuadora de su espíritu, como luego veremos. Para esto conviene que mire-