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' AL VOLVER DEL DESTIERBO 117 r; do Febrero de 1841 se hacía riza del patrimo– nio del Escorial, con ejecuciones judiciales urdi– das tenazmente por sus cuñadas. Cuando se piensa que la Madre demoraba el regre~o, a pesar de los vivos anhelos de reunir– se con sus hijas espirituales, mientras enviaba por delante a otras de las emigradas, se adivina fácilmente ·la razón que tenia en esa dolorosa tardanza. No podfa, no quería hacerse parte en pleitos de herencia: además su presencia como madre del gran patriota cristiano, perseguido con saña especial por los liberales triunfantes, hubiera más bien empeorado su situación, mien– tras se desmembraba el solar noble de su difun– to esposo y salían sus tierras a pública subasta. Publicábase esta, primero en conjunto de todos los bienes, el dia 1. 0 de Abril de 1842: y después en parcelas o lotes, el día seis.del mismo mes, por no haber habido postores para la primera publicación. ¡¡Que doloroso es, aún para nosotros que lo vemos a tanta distancia, leer el acta no· tarial e¡ uo declara «ejecutados a los ausentes Dña. •JonquimL y :n.. losó .Joaquín de Mas y de Vedru– nall. .. l ~,\l.,ulnJnoH, punH, cúmo sufrirla la V. Ma– tlr" .liiiHI.t~rnul.t ... l•'inio¡uitlironHo por fin los plei– '"" .,¡ llfn J.1 ,¡., 1\¡.:oHI.o, o¡uodamlo rouucido a la mil~td ,,¡ ri•·.o ¡mt.rinwnio: nun•¡uo no permitió UioH N. H<Ji\or •¡uu Y<• nnnjon1tm la casa princi– pal dol EYcorial, Hlmtili11ada por la Fundadora y sus primeras hijas, y cuna del Instituto.

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