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Pl!O!iO:!dA GENIAL 0111 LA PUliDADORA 106 la escena familiar ocurrida entre la niña Joaqui– na a los diez y seis años, y D. Lorenzo de Ve– druna su padre, que le proponía matrimonio· con don Teodoro de Mas; al ver la sencillez con que la joven aceptó aquella proposición tan con– traria a sus anhelos de vida religiosa, pensaron sin duda algunas 'niñas y... algunas grandes también, poco favorablemente de la novia, ta– chándola o de muy ilusa cuando pretendió ser– Carmelita de clausura a los doce años; o, si en~tonces fué sincera, de muy ligera y voluble al cambiar tan fácilmente de opinión y aceptar la mano de un esposo en la tierra. Y no faltará r¡uizá quien encuentre en aquel episodio justi-· ficación a veleidades propias o ajenas en cosa. tan seria como la elección de estado. Tomemos pues, pie de esa aparente ligereza de· n1wstra heroína y juzgamos luego su fisonomía . moml. No es posible comprender a un alma es– llulil'mdola en un momento de su vida aislándo– ln 1l11l "onjunto, de lo que le precede y le sigue.. t•:n ¡.,.HiH v;mwrul y discurriendo por lo que co– •nunm• •nl.ll HIH"'""· podríamos decir, sin conocer ")" M . . lon•¡uinn, '1'"'• o [ué ilusa o tuvo debili– ''"'' ,¡,. ''"r~•·l•·•·· 1 '"ro, u la nltura 11n quo ya nos nnt•unl-•·•unu• ''" ,,¡ ,.,,¡,.¡,,. clo Hll vi<ln, sabemos hi"n 'fll" "'1""11" ••••·•·•"' fnmilillr, mnrcc'l nl rasgo · naralll.~triNLioo cln In Minrvlllln l>ioH, IIOHI~mido du-– mnl.o l•11ln 1111 IU~I'icle~nLA•I" vitlu. J untabanse en NU1111plritu do11 1mnlid11.dos diflcilmonto avenibles,.

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