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88 NUEVOS AVANCES Y NUEVAS CRUOBS Bervicio. Y cuando la Hermana fué 'a contar lo !ucedido a la Madre, ésta le dijo: «¿creías, tú, hija mía, que el sol no tiene también obedien– cia'h elevando así su pensamiento a las cosas de la virtud y descartando su personal inter– vención. *** ; 'fraslaelón de la Casa Matri~ y muerte de~ lltmo. Sr. Coreuera.,--Ya dijimos en el capítu lo pasado cómo la sierva de Dios tuvo que avan donar su querido retiro del Escot·ialy pasar co las primeras novicias y habitar en el centro la ciudad de Vich, a cubierto de los atrevimie - tos impíos de quienes quisieron estorbai· Obra de Dios. Creciendo luego el .número e novicias hízose insuficiente la casa alquilada: habían pasado cuatro años, y de nuevo i~é trasladada la casa Matriz y Noviciado a la calle de Capuchinos donde so arrendaron dos caJas juntas. Instaladas en ellas tuvieron siempre 4ue sufrir estrecheces y penalidades, pero mullho más la obstinada enemiga de los impíos que;no perdían ocasión de insultarlas y vejarlas culm– do, para oír la Santa Misa, salían diaTiamenlie a la calle. Puede decirse que el conato de 'l' M.' J oaquina y de las Carmelitas para lucir el ~ábi to religioso púbiicamente en época de tan¡ fiero apasionamiento antirreligioso fuá casi he/i·oico, y lo sostuvo varonilmente, mal que pesara a los · '

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