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82- Recordemos a este caso que ese escritor (Gracián) f'ué muy calumniado y humillado y luego otra vez encumbrado. En Evora un día de Pascua del Espíritu Santo ( 1590) m i·entras decía Misa, una beata ·llamada, Ana Martínez de 70 años, vió que al tiempo que alzaba er S~ntísirno, jes:..~cristo ·le ponía una Cruz pesada. pero con tales almohadillas que ni la sentía ni le hería muclio. La cruz vino, v con e!la el ·cautiver;,, y grandes males que Dios ordenó para muchos blenes, porque sin aqueJia persecución no ven– drían los bienes que hizo. Pero e! caso es cómo volvió a cobrar fama y autoridad. Después del cautiverio fué a Roma para pedir al Papa auto– rización para reingresar en la Orden de la que f!.Jé arrojado por sus émulos. Obtuvo un breve y se comunicó a España. Los descalzos -enviaron a Roma un memorial nuevo centra Gracián. Ei mem::>rial tenía dos clases de razones; prime– ro la sentencia anterior contra Gradán. La se– gunda razón que ponían, (que se les escapó sin duda queriéndolo Dios), decía que Gracián ha– bía obtenido Breve subr~pti~iQ para que se le admitiera. EI 1Pap,3 entregó el memorial a los Car– denales y a 'los interesados, sobre todo a su se– cretario Monseñor Vestrio, como autor de! Brev~ S11brepticip. Este contestó : Santísimo Pa– dre si este Gracián es malo o bueno, y si esas culpas que dicen son ve rdaderas o falsas, yo no lo sé; pero sé bien que yo no soy falsario a vuestra Santidad, ni hago Breves falsos. Si un Breve que era verdaderp y que no querían cum– plir lo hacían falso y súbrepticio, fácil era su– poner que todas las demás acusaciones serían env idiosas, emulaciones. Y de ahí llegó Gracián

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