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-79- Cuenta una leyenda ha poco descubierta que en Hempo de San Franc-isco, a veces cami– naba este con Santa Clara haciendo en los pue– blos inmenso bien; pero un día que notó Fran– cisco que en Spello ·l-lamaron :la atención y a'l– punos les cr-iticaban, d ijo a Santa Clara : "Her mana ¿has visto como hablaban de nosotros aq!Jellas gentes?. . . Es preciso que nos separe– mos . . . Tú llegarás a San jeróni-mo antes que sea de noche, y yo iré sólo por ot·ro lado a don– de Dios me guíe". Así dijo él, y ella se arrodi – lló sin decir pa·labra para ·recibir •la bendición de su padre espi-ritual. luego sin volve-r atrás la vista, se internó por ·los bosques que flanquean el Subasio . . . Más de repen te se volvió Santa Cla ra para preguntar : Padre cuando volvere– mos a encontrarnos? San Francisco contestó : Cuando venga el verano cuando ·florezcan los rosa-les". (1) . Hemos hablado de ·la prudencia espiritual dejando de ·lado ·la virtud de p rudencia general que es la ciencia de lo que ha de apetecerse o evitarse < l ) S. F~o , Fraoohinettl: 1 cap., pág. m.

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