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-55- te santa. Mas lo que importa €S ser santos y perfectos. No basta convivir con santos y perfec– tos. Al fin y al cabo somos peregr·inos y no es– t.Jmo". confirmados en gracia. Es posible -perder– nos. Que de mil se pierde ·uno sólo, mientras en el mundo de mi-l se salva uno sólo, se puede conceder ; pero si ·ese sólo soy yo? A mí me ín– teresu mi persona, y cobrar nuevos bríos para unirme mejor ·con mis hermanos del cielo. ·En– tre santos, santo debo de ser; sin embargo la Herra nos tira y no estamos confirmatlos en gra– cia . .. Me pone espanto el recordar algunos casos históricos de ·la Orden misma ; espinas entre mil ramos de rosas. Allá por el año 1260 siendo General de la Orden San Buenaventura moría Fray Gandulfo vmón perfecto y justo. Se cuenta •en su vida que tení3 por compañero de viaje un fra·ile por nom– bre Pascual .. . Temeroso del siglo se fugó a la soledad, . con un compeñero obedientísimc siempre a él. Pero de camino llegaron a Policio donde se albergaron en casa de una devota muy .1m'ga. La gente •le rogó a GanduHo que no se fuera sin predicar la cuaresma. Al fin acce– d'ó. ( 1 ). Mientras pred icaba se enfermó gravemente el compañero; cinco días los pasó en angustias de muerte sin hablar. A veces miraba a GanduHo fi– jamente. Estaba por expirar; Gandulfo oró por él más fervorosamente. y acercándose a la cabecera, le decía palabras de consuelo ; pero al ver sus (i)"En esta cuaresma repitió Ge.nduHo el milagro rle las golondrinas que con sus ehirr!dos estorbaban el >:·ormón y las mandó callar y s.tender; y las golondrinas obedecieron como en tiempo de San iFxancisco.