BCCCAP00000000000000000000240

-50- • La lengua debe refrenarse, sobre todo, cuando seamos heridos ... Se dice que " pal abra guardada, pedrada ahorrada". N·i aún para de– fenderse conviene a veces hablar. Es difícH. por– que el temperamento no está en nuestra volun– tad. Las personas muy sensibles sufren más y a veces no pueden dejar de manifestar su her·ida. Pío V era así . .. v ·lo demostró entre otros ca– sos en el asunto de Fray jerónimo de Pistoya y los Zíngaros o gitanos. Pío V hombre pruden– te y santo no podría desprenderse de su natura– leza sensible. Llegaba a veces hasta •la exa·lta– ción nerviosa. Su temperamento •le dotó de muy bellas cualidades de prontitud y generosidad, pero le hacía irascible; más era pronto en sen– tir y pronto en perdonar. . . En cambio el Bea– to Juan de Parma "linguam ita f.renavit ut 1n loquendo potius defeeerit quam exeeserit" dice Waddingo . .. Al morir expresó ''potius formi– dare de iis que tacuerat quam de illis qua·e fue– rat lccutus". Sin duda en ·les Prelados hay obli– gación de hablar cuando lo reclama el deber v la justicia, y esto podría remorder al B. Parma cuya fiesta, no obstante, celebramos el 20 de Marzo. Cuando se habla lo que se siente l¡js palabras llevan el color y e·l sonido del senTi– miento ... el que juzga mal habla mal ... Suele haber juicios muy temerarios basa– dos en apariencias ra:a:onables. Si miramos el des– a rrollo histórico y crítico de algunos juicios que formamos, tal vez veremos por aquí el manan– tial de donde nacen. Hay que recatarse sobre todo en juzga-r de •las intenciones. Es muy sencillo juzgar mal cuando no nos conviene ver el bien. Es facilísi – mo convencerse de lo que uno quiere ; nada mas

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz