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-34- La diferencia entre santo y santo, está en ·la voluntad, no en el entendimiento con el que no se merece ni desmerece mientras •la voluntad de unos y otros está conforme en acertar. De ahí proviene que a veces por diferencias de enten– dimiento práctico riñen celosamente dos San– tos. ( 1) Durante el gran cisma de occidente .por error o diferencia de apreciación militaron un santo como S. Vicente Ferrer en un bando, y otros, como Sta. Catalina en el bando cont.rac rio. S. Pablo y S. Bernabé se apartaron uno de·J ot-ro sobre el tema de Hevar o no Ilevar con– sigo a S. Marcos. Todo esto sirve para ·rebustecer ·nuest·ra pa– ciem:ia en ·las tribulaciones y contradiciones. Pues venga de malicia de ·los hombres o ya por equivocación de sus mentes, siempre está Dios sobre ·eHos, y todo lo ordena para nuestra san– tificación. O) iPor eso San Juan Crisóstoarto en la enorme per– secusión que sufrió de parte de Teálfilo de Alejandrla y <'oe la C..'T.I!)eratriz :Eudoxia (4ill), ;repetla ante su 'PUeblo: '"L?.s o!as s-e enerespan, la •tormenta se hace cado. vez miS furio.sa .. . . Yo no c<>..30 de rer.>etir: Señor, QUe se cumpla tu voluntad, no la de éste o aquel, sil'lo la tuYa" <Ho• milla antes de partir al destierro, Tomo VI p. 64 sil!. No ~nsemoo ·que nuestras :virtudes noo deben pre– ,s.;¡war de estas ccntradicciones. Esta escrito: anmes qui p'c wfunt ,.;~·ere >u Christo ¡perse:::utlonem J)&tlentur et ideo nunquam deest trlbulatio persecutionis oi nunquam C:•ooi t, c.O.:'ervan tia p!etatis (S. León Ser. l!. de Cuaresma).