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-207- fuerza del amor intenso y por medio de los sen– tidos espi·rituales se real·iza ·la unión con Dios a ·la que acompaña una a<Jtísima suavidad de donde resulta que ·la contemplación i·nfusa es una sabiduría o conocimiento experirwenta·l cog– nitio Dei expertmentalis. * ,,, * El asunto de 1los sentidos espi·ritua·les dis– cutido por los teólogos es un elemento que San Buenaventura introduce abiertamente en este proceso de elevación y unión del alma con Dios. Estos sentidos no son otra cosa que percepcio– nes menta•les acerca de la verdad contemplat-i– va. El alma por ·la fé viva en Cristo recupera según el Seráfico el oído espiritual y ·la vista so– brenatural para percibir s·u luz esplendorosa. Mientras se entrega a .los vehementes suspiros del amor recupera el olfato espiritual para per– cibir cosas celestiales. Mientras se enlaza por amor con Cristo recupera el gusto y el tacto para sentir •los toques delicados del alma. Es– tos sentidos radican en el entendimiento y en el afecto, pero se desar.rollan ·con el ejercicio de , los dones. Algunos tienen más partici.paoión in– telectu·al con la vista y ·el oído. Otros tienen más relación con el afecto como el olor, gusto y tacto. Entre .Jos sentidos espirituales el más perfecto es ·el tacto "quia maxime unit Deo". Hemos dicho que :los elementos de .la vi· da mística son el don de inteligencia y el de sabiduría, principalmente el de sabiduría. El de inteligencia que es "mentalis cognitio sp1- ritualium sub quadam extesione et ordiatione ad declectationem et gustum" prepara el ejer– cicio de la sabiduría que es habitus mentís quo Deus pacifice et tranquile •perfruitur. Esta pri– mariamente radica en el afecto porque provie-

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