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-206- virtudes. No quiere decir esto, que los dones ·no actúen en la ascética. A Escoto se le achaca el haber roto -la armonía tradicional en eso de no distingu i·r los hábitos de dones de! · hábito de virtudes volviendo •la doctrina de Esteban Langton. No estaba sólo. El Dr. Antonio An– drés O. Fr. M. (- [- en 1320) y Aureolo ense– ñaban que los dones y virtudes no son especí– ficamente hábitos distintos; que todas 'las virtu– des infusas son •lo mismo que los dones; qu·e los hábitos se dicen virtudes cuando se conside– ra como actividades y se dice dones cuando se considera su principio de operación. :Para Nicolás de Ockhan O. Fr. M. , los do– nes y las virtudes diversifican penes magis perfectum et minus operfectum. Los dones no se nos dán ad bene vivendum sed ad excellen– tius. vivendum et ope.ratdum. ( 1) ,Pero, sin dejar de ser verdad todo esto, hoy ven imos considerando como elemento pro– pio de •la vida mística, los dones de inteligencia y de sabiduría. Según San Buenaventura el pro– ceso de esta actividad superior es del siguiente modo: A la luz de la fé y del don de inteligencia el alma primero se contemplan en su vida ·na– tural y sobrenatural, despues viene a contem– plar los puros espíritus; luego el alma y el puro espíritu en cuanto éMos ·rep;esentan a la San– tís ima Trinidad por ·la seme¡anza que con ella tienen. Luego contempla a Dios en su Unidad y Trinidad. A estas alturas el alma es fortaleci– da y ayudada por el don de la sabiduría en un más alto asenso. Después recorre el alma la no– che oscura, esto es, el statllm tenebrosu•m simul et altissimae illuminationis. Mas tarde por la (t) volvemo,, " oodi" exucuss.s por que <ieJamos los textos sin tra.duoo!ón: es que nos referirnos a gente que entiende el lat!n.

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