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-201- ciones de la interna presencia del Espíritu San– to. La contemplación. perfecta que Se Hama in– fusa es don de Dios y no se merece; pero a ve– ces Dios nos la otorga en gracia de nuest-ra fi– delidad a sus mociones interiores. De ese modo se hace más vivaz y sensi– ble ~a presencia del Espíritu Santo en el alma y l-legamos a aquella sapientia vera in qua est congnii'io per veram experientiam según el Se– ráfico Maestro. ¿En qué consiste eso? En fa de· gustación de la suavidad divina que es acto pro– pio del don de sabiduría y termina in beatudine pacis. Aspi-remos, pues, a viví..- de modo que a la inhabitación del Espíritu Santo sobrevenga ·es– te privi~egiado tesoro espi.-itual, que es presa– gio de ·la dicha total ; ~a contemplación eterna de Dios en el cielo.