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197- Dios está con su substanc ia en todas las cosas no haciendo que las cosas sean Dios, sino que todo ser pa·rt-icirpe del ser divino. Según San Agustín Dios e stá ·en las criatu– ras y en cada una de el las por natu.ralez.a, en los santos por la gracia, en Cristo por ·la un;ón substanc ial. Esta fórmu~a parece más c la·ra y propia para explicar el t-ema. Dios está •en las cosas por natura·l·eza en cuanto es causa de to– do. Esta relación de causalidad incohative se tiene por la creación, continue et sucessive por la conservación divina . De modo que la d ivina causal idad es la razón formal de estar Dios en las cosas per naturam y al mismo tiempo es la razón final de la divina presencia o substancia de toda criatura. Establecido el hecho, de ·la doctri·na de la divina presencia común en toda criatura, hay que resolver e.l tema de la divina inhabitadón de las almas justas que no pueden tener ·la mis– ma que ·la que acabamos de exponer. * * * La gracia es un elemento nuevo que de– termina una presencia singular. La g·racia que justifica al hombre es la !·!a– mada gracia gratum faciens. Según S. Buenaven– tura es la misma gracia habitual o santificante. Nos dá ·la semejanza con 'Dios porque es paf'– ticipadón de ,Ja naturaleza divina. La gracia ac– tual, motivo excitante se puede decir que es : gratis data porque nadie ,Ja merece. La gracia habitual que hace justa al a·lma es ·la que merece que venga Dios a élla de modo singular y puede considerarse quatemus a Deo exit como todos los demás efectos de la d ivina causalidad, y en est-e sentido estaría Dios en el alma per naturam. O puede considera·rse en

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