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-192- Cristo porque no tiene g·racia. Así el cuerpo mís– tico supone mejor 'la unión interna, y la lg.lesia repres.enta la unión externa. Por eso los peca– do res son miembros de la Iglesia. De suerte que los pecadores bautizados en •la Iglesia cató– ·lica son miembros reales de la Iglesia y miem– bros impropiamente del Cue11po de Cristo. Los pec;;cfores heréticos públicos no son miembrcs ni de ·la Iglesia ni del Cuer.po místico de Cristo. Los pecadore s herejes ocu.tos son miembros del Cuerpo de ·la Iglesia, pero no del Cuerpo místico de Jesucristo. Los pecadores cismáticos o exe<.•mo,.dgados no son m iembros de la Iglesia porque fueron ar·rancados de ella por sentencia canónica. .Pero, si no son herej·es y conservan la fé en al e'ú,., sent <cln ·están de a l~ún modo unidos f'nílt,me,.,t.,. con Cristo. Los ángel·es son miem– bros de l Cller·'10 mío;h-o Pn sPntid" irnT:>r<'O<o. OAr<J real. Con Cristo cabeza no se conforman en natu– raleza perfecta, tampoco reciben de Cristo gra– cia esencia! sino sólo influjo accidental aunque segun muchos teólogos franciscanos ·reciben in– flujo esencial. Los demonios y conde·nados de ningún modo son miembros ni de la lg·lesia ni del Cue11po de Cristo. (1) Sobre la u·nidad de estos m iembros con la cabeza y ent·re sí debe saberse que Cristo es quien forma y mantiene esa unión como el al– ma mantiene la unidad del todo, de •las partes físicas con el organismo humano. Hay dos cla– ses de vínculos de unión : unos internos qu·e son fé, caridad, :la gracia y el Espíritu Santo. La unidad de la fé consiste en que todos los miem– bros por el asentimiento a •las mismas verda– des tienen ·la unidad de creencias. Como este asentimiento resulta de hábitos semejantes na– ce de ahí que ·los miembros se únen ·in in·tellec- (1) Ofr. D :.21iel CUihane. De corpore mystico