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-189- Edad Media, por los teólogos escolásticos. Se habla en las grandes Sumas o Comentario so– bre el libro de .Pedro Lombardo acerca del Cueroo d-e Cr:sto, de '~ "p.:-ae;a c~,-!ris,. y d~ ~3 causa·lidad instrumental! de •la Humanidad de Jesucristo y de ·los m iembros del mism::> Cuer– po Místico. En los últimos t.iemoos más cerca de nos– otros, el Cardenal Berulle en el oratorio teoló– gico de Francia y e! Ca rdenal .Pie, en el Schem3 de ·la Iglesia de Cristo que presentó a .Jos .Pa– dres del Condlio del Vaticano, y sobre todo Pío IX, en su Carta Miserentissimus Deus, die– ron máximo fulgor alterna que tratamos. Sin embargo, cuan poco s·e habla de esto a los fie– ·les. j Cuán pocos conocen la teoría y la prách.:;:¡ ~:b•e c·l Cue rpo místico de Jesucristo!. Induda– blemente habría de •resultar un florecimiento vivo de •la piedad y un ·incremento mayor de virtud en ·las almas si se las ilustrase debida– mente sobre este asunto. La teoría franciscana sobre la gracia y la Cristología ·nos dá puntos ·luminosos de estu– dio a este respecto. Sin duda, que en cuestiones discutibles •las escuelas tienen libertad ·razona– ble pa.ra opinar diferentemente, pero quiero dis– currir con nuestra teología en esta materia. En este punto sobresale •la doctrina de 1la pri·ma– cia de Cristo sobre toda ·la creación y el tema de teología sObre la gncia capitis debe atribuir– se a Jesucristo. La sentencia de San Buenaventura sobre el infilujo de Cristo •cabeza sobre ·los miembros místicos de su Cuerpo místico no se expone siempre con la verdadera exactitud.

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