BCCCAP00000000000000000000240
-187- cabeza. .Podemos disHngui.r tres formas de unidad en el caso. Unión de las almas con Cris– to; unión de .todos ·los hombres entre sí en Cris– to, y la unión de cada hombre consigo mismo. La .pri·mera unión del alma con Cristo es ·la .-aíz de todas ·las demás. La doctrina del Cuerpo místico entendida s_egún esta unión con el Ver– bo Encarnado se expone claramente en el Nuevo Testamento en ·las Epístolas de San Pa– blo y en ifos Evangelios sinópticos. Toda la oredicación del reino de Dios con– verge aquí. En los heéhos apostólicos aparece este reino de Dios que es •la lgesia , naciendo del Espí•ritu Santo y movida .por el Espíritu Santo. La Iglesia, no es acéfala; su cabeza invisible y real, es Jesucristo. Como el cuerpo vive de .la influencia de la cabeza, la Iglesia vive de la in– fluencia de Jesucristo; ·la Iglesia toda se gobierna por el Espíritu Santo. jesucristo en-· seña y padece como cabeza, por todo el cuer-. po. Para San Pablo, Cristo -está en ·cada uno de sus miembros y todo cristiano está en Cristo constituyendo el Cristo místico.. En San Juan se presenta a Jesuc.risto como ·la l·uz verdadera y la verdadera vida. De El participamos todos la gra– cia y •la felicidad como el sarmiento vive y pa-r– ticipa de la vida y savia de la vid. Todas las ra– mas unidas a la vid forman un organismo vivo co– mo todos ,Jos miembros de -la Iglesia unidos a Jesucristo. La plenitud de·l esplendor del cuerpo mis~ tico de Jesucristo depende de •la participación de su .gracia y de su gloria. La humanidad se enaltece y g.lorifica con las excelencias de su cabeza. Jesucristo predestinado para ser el pri~ mado y cabeza de todas las criaturas dá a este argumento un briJ;Io maravilloso, pero su efica– cia depende de -la participación de ·fa vida del Salvador. Sea pues, conocido, amado y reveren– ciado por todos.
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz