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-184- a nosotms nos parez·ca que dichos textos nos favo recen m ás que a los contrarios. L1 tesis d e S:mto Tomás que dice: "Cm<- 3.~e ad ir.vicem sunt causae, es con que expli– can su 2serto. Según éllos ·en un acto o instan– te determinó Dics la crea.ción del mundo, per– mi t ió el pecado, y decretó -la Redención por Cristo y h Rederoclón corno fin de todas sus : bras. A.si aunque Cristo depende del pecado o de la Redención de·l homrb re como de Causa materi<tl p:>t"Hck nda, y aunque en este sentido .:' oecado preceda a Cristo; sin embargo, ·la Re– dención d ep ende de Cristo -como de fin y de perfic¡e;¡i e, y e n este sen tido, la causa final p-et~lcZ-c;¡;te Cr:sto, precede a !a m ~sm ::1 Reden– ~.i6n. De suerte que ·e! pecado sería perm it i_do 9 cr ¡¡¡sun; Cnstum t·a ;"ii qU2 1 m propter tYta¡ us bonufn". ·Par;¡ nosotros esta teoría resulta inexpli– cable. E!!a am!-!a la !"'rimada ab soluta de Cris– to. Respetzn::h la teo'c¡¡ía ·expuesta : Si todo fué hecho por C risto, •: esa que 2dm it·e e·l mis– mo Angéli-co M2estro ; si Cr.isto es causa me– ritoria da !a :}r2:::u. -debe de::irs-2 que es c 3us:1 meritoria .para los ángeles y par2 ·los hombres. Reconc-::emos prima ria y absoluta predesti – nación de J-¡;sL;cristo, según -lo c ual ·el Verbo se hubiera encamado aunque e l hombre no hubie– se pecado. La Encarna-ción d el Verbo, decreta– da estaba ant·eriorment·e al decreto del pecado. El Rmo. P. General Bello en un documento pre– cioso (1) ha demostrado ámpliamente que la en– Selia·nza franciscana estaba ·fuertemente basada en ·la Sagrada Escritu ra, en los Padres de la Ig-le– sia y en Jos teólogos antiguos y modernos. La teoría no estaba coartada dent·ro de ·los Hmites de ·la escuela franciscana, sino que en todo (1) Act. C...·d. M, 1933, tomo l'I, pág. 299-311

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