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-179- pe ro despues de la Consag.ración ·no puede de– cirse: este Cuerpo fué pan. Porque nunca .Jo fué. Ni es cosa nueva. Es deór : no se ha convertido el pan en un cuerpo nuevo sino que es el mis– mo Cuerpo del Salvador siempre el mismo en v'· b. ·en muerte y en gloria de resurrección ... Y ese cuerpo de Dios .recibimos en •la Comu– ni ón; no un cuerpo nuevo ni nada de lo q1.1e h~b ía ant·es en Ia materia que se convirtió en Cristo. Unum et idem. La transubstanciación es una conversión. No se puede dedr que Cris– to por la invocación del sacerdote hace su apa– rición y, que por virt·ud divina se hace presen– te. No. Hay que fijarse que hay una convenio. Por que San Buenaventura define ·la trans·ubs– tanciación : Convers·io. panis in Corpus Christi non inquam in parte sed in totum. (In. IV, Sen t. d. 11 ) . El Seráfico añade: Si quaeratur quare Cor– pus Chr.isti est ·in pluribus locis : credo quod haec est .ratio, quia plura convertu·ntur in ipsum totum et +n pluribus locis. No se puede, pues, decir: se anuló el pan, porque aquí nada se an iquila. El pan se convi·rtió en Cuenpo de Je– sucristo. ¡Y cómo se vé aquí ·la bondad de Dios! No vemos nada de Cristo; no se nos aparece en ·la real idad que tiene en •la Comunión., ponque ¿quién osaría comulgar si apa·reciera allí el Cuerpo visible de Cristo aunque fuese de niño? Cierto que nos da·ría temor y horror comer aquel cuerpo visible. <Por eso quiso Dios quedarse oculto y venirse a :la Comunión en forma de pan a lo que estamos siempre acóstumbrados. Na– die se extraña ni se intimida de comerle como pan en esa forma sacramental. De otro modo la inmensa mayoría de ·las almas se apartada de la Comunión pensando ·que va a comer y tritu– rar el Cuerpo de Jesucristo como se come y t ri t•Jra un animal servido en la mesa. D'os

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