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178 - se I-ta quedado 'bajo de ·los velos eucarísticos. Para eso se ha converHdo el p an mi' teria·. ·en Cuerpo y Sangre de Jesucristo. Desde que el Sacerdote dice •las palabras de la Consagración, no es aqueJ,Jo un símbolo, es ·una realidad. Dios está aiH . . . El pan ha venido a ser una reali– dad divina; dejó de ser pan y el vino dejó de ser vino. No es ·una mutación ord inaria que ocurre en la naturaleza v. g al converti·rse el pan en nuestra carne. No es c omo la conversión del agua en hielo y nieve o de la nieve en agu~ : no es como ·la conversión de la harina que amasa– da con agua Hega a ser pan. No es como la con– versión de la .J-Iuvia que ent.ra en la raíz de la vid y ·la empapa y se vuelve su savia y se hace vino. •Porque en todas estas conversiones natll– ra:les queda siempre la sustancia anterior. El agua hechil hielo y la !·Juvia convertida en savia y vino en ·la vid, y el pan convertido en came nuestra, queda siempre la primera substancia. El ·-----....._ . hie lo es sólo agua .enfriada. El pan es sólo harina ~- amasada, •la came es sólo el alimento transforma - ··~o. Nada de substancia se ha perdido. La consa– g~ción no ·tiene composición. No sólo cambian las cualidades accidental·es sino que ·el pa:n de– ja de s·er pan substancia.Jmente y el vino deja de ser vino substancia·hnente y no queda nada de pan ni nada de vino. Todo se ha convertido en carne y sangre de Jesucristo. Nada se ha aniqui– lado, pero nada h EJ quedado permane·nte. Lo que era pan es ahora ·el Cuerpo de Jesucristo. pero no se puede decir que este Cuerpo de Jesucristo ha sido pa:n. El Cuerpo de Jesucristo nunca ha si– do pan ni ·es pan material. Es ahora Jo que es des– de que fué tomado de·i seno de María, y el mis– mo Cuerpo que vivió y fué enclavado en la Cruz es lo que existe ahora en el Santísimo Sacramen– to del Altar. Antes de la Consagración pudo decirse: este pan se tlará Cuerpo de Jesucristo.