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SOBRE LA DIVINA EUCARISTIA E:¡-o sum ·panis vivlG, Joan 6-51 . Exordio. Hoy somos llamados de modo .especial a una :meditación más intensa sobre el misterio amoroso de ,Ja Divi na Eucaristía. Es i-ndudable– mente uno de •los motivos más tiernos y más frecuentes de ·las ·exhortaciones del Seráfico Padre San Francisco. En la Epístola V (quam misit ad omnes Custodes) dice : ·in omni praedi– catione .quam facitis, de oenitentia po!Juh'T' moneatis, et quod nemo potest salvari nisi re– cipit Sanctissimum Corpus et sanf(uinem Domi– ni; et quando a sacerdote S3crifi.c:> tur sun<Or altare et in aliqua parte, omnes gentes flexisgen ibus ·rerlchnt !andes r; 'nrh m et h:>– norem Domino Deo vivo et vera". Palabras en que se t·ranspa-renta el ardoroso entusiasmo de nuestro !Padre •por la divina Euca-ristía. Porque hay que mirar en qué época y ocasión hacía se– mejante exhorto aq•.1el serafín h umanado. Epcca de fria·Jdad manifiesta y en .la que la Comunión y ,Ja Eucaristía tenían •pocos amigos. Sus hijos que hemos heredado el corazón que en él latía, hemos de poner empeño singula·r en todo lo que afecta a ,¡a Sagrada víctima del alta·r dando ho– nor y alabanza, "Domino Deo vivo et vero". Por eso debemos proponernos en estas solemnida– des acrecentar el espíritu eucarístico y pro– mover con ·nuevos bríos el apostolado de ·la Eu– caristía. Amarla y hacerla amar. ·Para amarla basta examinar el don sobera– no que se nos dá en la Santa Comunión.