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-170- positaria de ·los poderes de su hijo jesucristo. Debe regocijarse nuestro corazón porque to– do ha de redundar en bien nuestro. De ahí que la gratitud por las grandes obras que Dios hi– zo en ella es un imperativo respecto a nos– ot•ros también, pues nos corresponde .todo ello, como correspondería a·l hijo bien amado, el que su Madre fuese declarada cons¡¡grada y proclamada por Reina de una nación con todos los poderes de un soberano. Todo cuanto hagamos en este sentido es poco, y también será poca toda la confianza que pongamos en María colocada para Madre y abo– gada nuestra a fa diestra de su Hijo en el cie– lo. Astitit a dextris. tuis deaurata varietate. Es– ta veriedad de adomos de oro significan •la va– riedad de protecciones que nos presta María desde el trono de Dios. Nuest·ro deber cotidiano y aun de cada ho– ·ra, sería contempfar.Ja allá en 4a gloria en aquel trono de piedad y misericordia y decirle: Dios te salva. . . Sa•lve, ·Hios tuos misericordes ocu– Ios ad nos converte. .-------bñ el libro ''Legado de Amor divino" que / escribió Sta. Gertrudis ·la Grande, el torno 11. de · la edición de 1926, libro IV, cap. XI 1, se lee ·fa maraviUosa visión de Sta. Matilde cornpañe– 'ra y confidente de Sta. Gertrudis en el mismo monasterio. En una fiesta de •la Anunciación mientras Sta. Matifde ·recitaba en el oficio de Maitines ea Ave ·M·aria, vió tres ·ríos i·mpetuo– sos nacer e.n el corazón del Padre del Hijo y del Espí·ritu Santo y correr al corazón de María para ·remontarse nuevamente en seguida, al mis– mo origen divino. Eran como ·las tres influen– cias con que ~a Santísima Trinidad honra a María. La influencia todopoderosa del Padre. La influencia de.toda sabiduría del Hijo. La inf-luen– cia de toda bondad de parte del Espíritu San-

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