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-169- Virgo sacrata. Pero, ella puso después, toda ·la obra, iluminando a Escoto y a los doctores fran– ciscanos. Mas de una vez se presentó ella con el manto extendido cobijando a ·los francisca– nos dentro de él. Es ciertamente motivo de devoción confia– da el pensar que ent-re aquellos -relig iosos cobi– jadcs bajo su manto azul. estábamcs también nosotros. Pero, no bastaría el conocimiento de esti'l historia para deiilrnos tranau i•lcs. Es nece– sal'io sumamos a aquella falanP-~ de ;¡ Jm;><; m~rianas, y cor-rer 1la vida, siguiendo sus·huellas.. . Deber nuest-ro es tomar como m-'lteria de c<ms– t~ntes mP.dit.~ciones e·l conocimi-ento más ciMa y más encumbrildo de los atributos v de la~ mi– s~ricordi"s rle M'lrí" ... Lv mism'l r.ozó., hi~•-í­ rica apuntada, de que fuera escogida -la Or– den ser.Hic'l por" defens<m! de su más gr;onrle prerrogativa. debe constreñ imos a estud i"rla me ior y a promovt;>r ~on más c.oriño todo •lo re– ferente a su glorificación ... Debemos en ver– dad, contribuir a que ~eil colm<'~da la alabanza oue hrotó de su boca inmaculada en arranque de P,ratitud a·l Altísimo cuando exclamó "Mag– níficat anima mea Dominum". Debemos di-70. hacer coro con ella y contribu ir a que toda lén– gua y todo corazón se una a ese cántico, y en un torrente de entusiasmo se convierta todo el mundo en un Magnificat por las grandes pre-rro– gativas que el Altísimo otorgó a nuestra Madre. El Seráfico Francisco quería que sus hiios at·;– buyesen a ,Ja Madre <le. Dios todo ·lo que no re– pugnase a Dios. Es dec1r: todo ·lo <Jue oud~ O ·~s ~oncede-r a una c·ri?tura se ·!o conceflif, " M"h. Pero, todo lo que Dios concedió a María so lo conced ió en razón de Madre del Verbo y M-~dre y Reina del Géru'!ro Humano. ·Por consiPtoi"!n– te. "' procl'lm'>·rla Soberana v Reinil de Cielr-s y tierra, Corredentora y abogada del mundo y <-"'!-

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