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-148- sellarse con este sello, de otro modo nada es y nada vale. pero con e·lla es todo plenitud ... San iPablo m ismo, que es apologista máximo de ·la caridad nos pone .las condi·ciones de su p r.:íc tica porque establece que ·la caridad "omnia suffert, omnia sushnet : benigna es t. non jud'cat oerperam. E's+:¡ nráctic.1 caritativa es ·impresci ndible en la vida de ccmunidad dende según texto que al caso se aplica. vive Dios en medio de hermanos; por lo que canta David : Ecce quam bonum et quam jucundum habitare fratres in unum". Mil veces corre po r nuestros ojos este texto y otras m il veces lo oimos en continuas l·e:::turas. S:n •embargo, :Dilre:e que nos mantenemos incrédulos sobre su sentido religioso. Dkíase qu·e está ·en la Bibl ia cerno ur~a estalactita fria adornando ei salmo 132 cuando debería estar llameando fuego d ivino para nuestros corazones. Ecce quam bonum". Indudablemente que es admirablemente bello y grandemente bueno vivir en comunidad. Esta vida nos aparta del mundo y nos congr·ega en una fam i:lia de espi– r·ituales pa·ra aspirar a la perfección. Indudable– mente que es agradable vivir mancomunados en nombre de Cristo, porque dicho .Jo dejó en el Evangelio que, donde haya dos o tres congre– gados en su nombre allí está 1 EI en medio de ellos. Por eso se •llaman los conventos, casas de Dios. ¿Pero, pueden serlo si en el·los no reina la caridad? Si Jesucristo rogó ai 1 Padre; ut omnes unum sint sicut et nos, et sint consumati in unum (joan XVII) , ¿de quién puede entender– se COfl más propiedad haber hablado que de los religiosos?

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