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-130- Di seune: Cuando hicimos la profesión bajo esas con– di·ciones se nos dijo : Si ·esto observa.res, en nom– bre de Dios te prometo ·la vida eterna. . . Esa es nuestra consta nte alegría. Estamos asegura– dos con tal que nos aseguremos en el cumpli– miento de rlos vote s. T2mbién podemos C0nsi– dera r que la perseverancia final que es efecto de la J<rzr:ia de Dios. queda v'nru 1 ad'l " esh obse rv<l'nóa, porque fur!r'culu5 tríl)lex difh:ile rumpitur. Pero ;¡demás de !:--s votos religiosos nece– sitamos · .pcner en práctica otros medios para mant·enerP<'...s en el deber de 115'!'irar a la f')er– f.ecci én religiosa. Los votos son difk''es de cumolir s'n ·los r"'<>di"s "'spiritual·es con que nos estimulamos a eNo. Todas rlas prácticas de la Orden religiosa des– de la primera oración de la mañana a la última acción de ·la noche son medios de perfección qu·e nos ayudan a mantener nuestras prome– sas. Mas es necesario entender que en la vida ascético místi·ca tender a la perfección supone un eje·rcicio de vida que se i'lama Triple vía de la que fué maestro el Saráfico Doctor. Mucahs veces hemos oído hablar y hemos leído esa tropfe repartición de la vida espiri– tual en p11rgativa, iluminativa y unitiva. Fundamentalmente diríamos que el metodo más hermoso para el·lo es oír a Dios, escuchar a Dios en el silencio del corazón. Vox tua dulcis et faces tua decora (Cant. 11-14) . Voz ·Hena de dulzura y de hermosura ... "indicibi'lis pukhri– tudinis beatitridinis. consolationis. Pero a fin de exponer un poco estas tres