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-122- bondad y caridad; pero todo amasado con una ciencia divina. La Circu!ar qué tal vez hoy nin– gún General se atrevería a f·irmar, por lo fuer– te y valiente, ·respondí;:¡ , ! momento histórico. "Nu!!? modo dissimulandum" decía, porque las ca• l~i'S <'dur:idas "w~rgunt in nostri Ordinis de– trim~n tum" v añ:.>de : aunoue a ·los tibios o indevotos, a "los sabios secundum carmen, les parezca que todo es-? es un.3 n ~cesidad excusable y por tan·to irremed•iable clamat hcc beatus Franciscus et sangus Cristi et Dominus de excelsis . .. E'l remedio lo vió claro, porque su mente estab.3 iluminada; el celo era sabio, pero vehe– mente. •POr eso dice : quod si aliter, quod absit acciderit, indubitanter scia t is quod nollat-enus pateretur conscientiil mea praedicta si·lentio pe-r– transire. Este era el hombre. Lo r:ue estableció concretamente era ·lo si– guient-e, enca-rgando a los superiores vigilante cuidado. a). Restringir ·la ·recepción de las multit-u– des... quia modis omnibus volo quod constitutio de recept·ione stricte serv-etur... A ·cualquiera se le alcanza 1 1a importancia de la selección. b). Ot·iosos stimuletis ad ·laborem, vagan– tes compescati-s ad qu ietem. Era indispensable. e). "Importune petentibus, imponatis si– l·entium". Se hacían odiosos con el excesivo pe– di·r ... conscuencia de ot·ros m-ai€S. d) . Fami liaritates quaerent-es arceatis ad solitudinem. Y da luego este hermoso consejo: Discatis fratres, modicis esse contenti Real– mente ·la moderación que guardamos es un me– dio eficaz de evitar otras cosas. Las infracciones previenen de mantener el deseo de mejoramien– to y de comodidades. Cierto que en la Orden se mantiene una gran prudencia moderada. Pe– ro cuando no hay esta moderación se quebran-