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-118- se cumpl·ió exactamente porque se ·levantó con– tra él tal tempestad que <hubo de ·renunciar e·l cargo. Se constituyó •en su lugar San Buenaven– tura ... Quiso éste, obligado por los émulos de aquel, enjuicia·r al Beato Parma; pero g•racias al C;¡rdena-1 de San Adrián, sobrino de lnocen– cio IV, ¡pudo salir sin 'las consecuencias que eran de temer en ·aquel juicio. "Quid in eum dec~everitis fieri, in me faóetis; injuriam ejus in me .redundavit" escribió €1 cardenal al tribu– nal. Eso salvó al Beato 'Parma, aunque en el tri– bunal que lo juzgaba estaba p r€sidido por Juan Gaetani Cardena;l Ursina, que fué Protector de la Orden y luego el .Papa Nicolás 111 . .. Hagámcnos •cargo de la visión y de la copa b cáliz en que se bebía ·e·l espíritu de vida que es el espí·ritu seráfico de .la observancia ·regular. Ahí IC!ebe esta·r nuestro "·foco de am:Jr" sin esa observancia, vana será nuestra espiritual idad ... La Orden t iene g·ra·ndes Santos, grandes apóstoles, observantísimos ·rei'igiosos que mere- cieron ser traslad 2dcs a la ·región de la luz .. . El espíritu de la Regia es el del Evan gel '·:l . . . Perfección a bas·e de pobreza. . . Beati paupe– ~es ... Una pobreza más de afecto que de efec– to, más de voluntad, que de bi·enes. Mucho es dejar todo por jesucristo; mucho más es dejar– se a sí mismo, "abneget semetipsum". Los que viven abnegados viven como mue·rtos para el mundo; pero su vida está escondida con Cris– to ... Es·e espí·ritu de vida hay que beber en el cáliz de la Regla... ' Posible es que 1 !egue a tanto, ya e! apre– cio a mayor aus tct ·.::::·d. o ·el desprecio de estas observancias, que ·seamos tentados de dejar es– ta Orden y pasar a otra o más rigurosa o más benigna. Este tránsito no suele agradar a Dios por 1 lo general hay que permanecer en la obser– vancia de ·las propias costumbres.

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