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-116- Peuperis in solitudine" ( 1) . Esto vi·•. Seamos varones ... Vir est, non qui pu">r est sensibus". He– mos de pensar como varones f.uert·es y no. como niños débiles y sensibles. La profesión es noble, las responsabilidades graneles, y como dice San Buenaventura, nuestra salvación la tenemos li– gada al cumplimiento de nuestra profesión ... No debemos ser niños a quienes hay que nu– trior c;on leche, sino varones fuertes que puedan alimentarse con cosas sólidas . . . Deda San .Pab!o: Cum essem parvulus lo– quebar ut ·;:>arvulus sapiebam ut parvulus, cogi– tabam ut parbulus, quando autem factus sum vir evacuavi qu;:e erant parvuli" : APltes de la vocación podíamos ser niños. La profesión ncs c:J·nstituv6 en varones, porque tan grandes responsabiPd~des '10 se toman sin una v;.lun tad de varón f!2ner0S·'"'t . . . Ahora pues . debem::;s reflexionar nue~.trc, fidelidad a los ·comoromisos con r;;¡ de IJ 'PobreZ3 que ·es la ·reina de la Franciscan?. sobre la da– Orden Una visión cl8 )acebo de M;.¡ssa podrá ha– co.rnos un r:>or.o de imores irn: 1., cuenta Wad– din!'!:o en pi t0mo IV,' página 12 de la última edición ( 1931). Se le mostró un arbol hermoso, pero opa – co, cuya -raíz era de oro y muchas ramas con f.rutos que eran ·los fri·les Menores. El núme– ro de ram'.ls principales se distinguía según las provincias y su número ; ca<ia rama tenía t;¡ntcs frutos cuantos eran los religiosos. Cono– ció claarnente a c~de~ ·re!i(:!icso de la Orde,, e l est,do, edad. Méritos y defectos de cadil uno. Conoció al Beato !Parma, •recién elegido ~~hay adjudirnción de autor; o;,r.a anónima del siglo xm.

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