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-97- píritu. El •amor que calla sábelo muy bien. . . y trata de aprovecharse oportunamente. Hay seres •angélicos en su figura, y diabólicos en su interior, porque nunca llega a su interior "el ángel del silencio", a poner orden en los afectos. La estruendosa algarabía de las pasiones que ha. blan, deja incomprensible el sentimiento del amor .. -. Hasta que en el silencio reposado se analiza ese amor, no se sabe si es amor o e§ odio, que bien puede dis– frazarse de amor, lo que en verdad es su opuesto. El amor que habla alto; generalmente es vano; el amor que calla, es por lo general auténtico; el amor no puede conversar con el aire sin desvirtuarse. El contacto exterior lo enfrío . .. Se ha creído que es necesario articular palabras y expresar sentires para tener amor ... No ... Hay muchos hombres "todo comzón" y que no lo parece: ¡Dulce posesora del corazón mío A quien nunca fío mi tierna pasión Las ansias que en frío silencio devoro . .. Oye posesora, de mi corazón ... ! Se da el caso de que los hombres de corazón más tierno y más grande se distinguen por la sobriedad expresiva. Diríase que esa continencia de palabras centuplica en cambio "su capacidad", para sentir el cariño. Es necesario saber distinguir lo "físico" de lo "metafísico". Los contactos físicos, no prueban amor. Mil veces son un veneno del amor y muchás otras veces "remedos amorosos", "engaños psicológicos". 7

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