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En el rosal doméstíco "EL AMOR QUE ORDENA" estas cosas, en la con– junción del orden natural y divino, reclama someter la razón y el corazón al misterioso poema del Sacramen– to. . . En nombre del amor divino el Sacramento del m~trimonio regula relaciones del corazón. Se ha di– cho: el matrimonio es la muerte del amor; p·ero hay que atender que es la muerte del amor desordena– do, porque es inconcuso que el matrimonio es el or– den en el amor . .. "erunt duo in carne una". El dúo del amor sagrado tiene armonías que nunca se apre– cian en la polifonía estridente de las poligamias y poliandrlas;.-·El que va al matrimonio con su ánfora llena de amor.·. . va en busca de otra personalidad igualmente amante, Él que se ·da a ella, y ella que se da .a él;. dos en una cosa ·sola y un solo .corazón. No -pueden romper sus ánforas en la calle, en la ve– reda de una aventura. El orden matrimonial ha es– tablecido en ellos la necesidad de protegerse mútua– mente, y la protección de los dos para la famiJi.a. No es libre el corazón del hombre para amar lo que ''quiere",- sino para amar lo que ·"debe"; no es libre : \ --