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~ . -56- dor dejase de amarnos dejaríamos de ser; el ta- · lento con que discurre el hombre y el corazón con que se entrega al amor, obras son del amor de Dios. "El amor que ordena" las cosas en Dios y las produce en el tiempo es tipo, y espejo de todo amor ... Porque todas las aguas de una fuente son emana– das· de ella y todos los rayos del sol son nacidos de El, y no serían ni agua de aquella fuente, ni ra– yo de nuestro sol si apartándose de su origen se co– rrompiesen y acabasen. Y como el rayo fuera y apar– tado del sol de apaga, y la flor tronchada de su tallo se aja, y el agua lejos del manantial se agota; así el amor si no lleva las condiciones de origen y expresa lo que hay en el amor eterno, carece de valor y vida ... "El amor que ordena" es una ·maravillosa crea– ción divina en el P.ombre. Lo que no ordena no -es de creación de Dios. El orden en el amor ·es tan esencial, como la es– piritualidad en el alma. El amor desordenado es como la fuerza eléctrica fuera de conductores· y seguros; una descarga mata– dora. La fuerza eléctrica ordenada regulada y enca– denada en sus cables propios, sean corrientes de alta ·tensión o de tensiones bajas, se utiliza para el pro– greso de la industria y para los menesteres huma-. nos. Es enorme la fuerza que se puede acumular en una corriente capaz de producir catástrofes insos– pechables. Sería un absurdo científico y humano, el pretender el servicio de la fuerza eléctrica sin · re-

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