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Amor que ordena Se ha pretendido confundir el amor con la pasión. La pasión es la exageración afectiva. El amor es la regulación afectiva. El orden de los afectos nace de la legitimidad de ellos. Los amores como estre– llas salida de su órbita, como locomotoras perdidos los rieles, son catastróficos. .El amor como guia del hombre, como faro en la noche, como brújula en marcha, es esencialmente regulador. Dios es amor, y bajo su mano todopoderosa vive ·y se gobierna todo. . . Todo depende de El, todo se deriva de El, todo debe volver a El. Y en ·efecto, to– das las cosas dependientes de su soberanía están gobernadas por El. . . Amor infinito. Por eso se al– ternan la.S noches y los ·días con regularidad inaltf;– rable :Y se mueven millafes de· astros a millones de kilómetros por hora, sin jamás ·encontrarse. . . y M l'eproducen ias estaciones del año y Jas generacio– nes .se sucede.n tan llana y naturalmente como las aguas de un río· que siguen su cauce normal. Dios ·es amor, y nada se produce en el plan eterno que preside: sin ser regularizado · por · su amor. Si en un instante dado, ese amor armonioso y crea7 _: ;.: ." ..

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