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-52 gica ante el arreba.to de un ,amor herido que llora y suplica... ·; El corazón desgarrado. bajo la cuchilla del dolor se abate para pedir a Dios clemencia Divina. . . El alma, acorde de arpa, acentúa el quejido doloroso· y las lágrimas del artista contagiosas por arte, ha– cen llorar a los demás; es que expresa el dolor ajeno en el arpa de su corazón .. , Lo mismo que una melodía veneciana pone en vi-· bración el alma, una recitación artística pone en con– moción el auditorio que tiene un instrumento fino eólico en su corazón. · Un soplo rnisteriosb que llega a todas partes arranca de sus cuerdas mágicas, resonancias insó-. litas. · A veces un canto de gondoleros en el silencio de la noche durante una navegación por mares reml)– tos produce esa sensación de ternura que hace llo– rar. · r:l El raso de la superficie marítima es corno un dis :· co sonoro y durante horas y horas el aire del can– tor del gondolero se reproduce en el alma, porque el alma es tierna y recogió con lágrimas en los ojos el eco de aquella emoción. El dolor nos atrae nuevos sentido de la vida. La. formaliza, la hace densa, sensata. Sus desgarrarnien- · tos fueron cinceladuras de la mano divina que por medio del llanto sabe esculpir enmiendas y varíe-. dades santas en eJ. templo del amor. El dolor es la mejor atalaya del camino y de la vida; y desde : allá, mirando el pasado, el presente y el porvenir . se puede cantar llorando de agradecimiento.

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